chablé maroma: ‘la casa del oso hormiguero’ una combinación de lujo y paisaje natural
MIMETIZÁNDOSE CON EL PAISAJE
Con una visión arquitectónica enfocada en la interacción y mimetización con el entorno, el complejo turístico Chablé Maroma se diseñó con el objetivo de capturar la esencia de los paisajes y la cultura de su región, así como generar una atmósfera de tranquilidad absoluta y desconexión. Es como el complejo emerge ofreciendo setenta villas con espacios serenos que se integran de manera armoniosa con el entorno natural gracias a su diseño, con piscinas privadas, áreas públicas y diversos restaurantes exclusivos.
Este refugio de serenidad que se ubica frente al mar en la Riviera Maya, incorpora ciertos elementos construidos con materiales locales de la península, con el fin de reducir al mínimo el impacto en la zona. Se preocupa de utilizar materiales locales y naturales como la piedra galarza en donde las edificaciones se camuflan con la arena blanca y el diseño del piso de pasta de la piscina principal lo logra con el tono turquesa del mar del caribe, logrando esta simple pero contundente combinación.
Imágenes: Edgardo Contreras
EL VALOR: LA IDENTIDAD LOCAL
A partir de una arquitectura contemporánea diseñada por el Arq. Javier Fernández; Paulina Morán a cargo del diseño de interiores cuidó la identidad de cada uno de los espacios al conceder una personalidad propia pero respetando el hilo conductor que es la inspiración de la naturaleza que los rodea y de los materiales locales como maderas tropicales, piedras naturales, colores neutros y textiles naturales bordados por artesanos de la región.
El spa de 1600 metros cuadrados inmerso en la jungla y en el corazón de Chablé, cuenta con dos suites de spa privadas y cinco cabinas dobles para tratamientos que honran la vida y la sabiduría ancestral maya.
EL VÍNCULO ENTRE EL DISEÑO Y LA GASTRONOMÍA
El concepto del restaurant Kaban, ubicado junto a la piscina principal, era evitar un espacio cerrado, por lo que el diseño se abre completamente utilizando puertas giratorias, permitiendo que la experiencia se extienda hasta la piscina. Esta área integra elementos como el piso de pasta de colores verde y azul, diseñado y elaborado artesanalmente en Mérida especialmente para el lugar y que asemeja el diseño del piso de la piscina. Al centro del espacio como punto focal cuelga una canoa de madera antigua rodeada de durmientes de madera viejos recuperados de un muelle.
La gastronomía del restaurant Bu’ul está basada en la técnica de lo ahumado, el diseño buscó expresar esto a través de los materiales elegidos -la piedra pómez del piso que crea una sensación de humo y oscuridad, la decoración en tonos oscuros, puertas giratorias que permiten escuchar el sonido de la fuente, de las olas y como punto focal al centro del espacio un árbol de mangle que se va desenvolviendo y sube desde el piso hasta el plafón. Y es así como el diseño se vincula con la gastronomía que ofrece cada espacio.
La cava y la barra están elaboradas con madera y cobre martelinado y al fondo una escultura de Caralarga, empresa cuyas creaciones a base de hilaza de algodón almidonada tejido a mano por artesanos locales enmarca el lugar.
Raw Bar es una terraza ubicada frente al mar y con una impresionante vista a la playa, con dos esculturas de Jorge López Negrete, piezas de arte elaboradas en acero corten que rinden homenaje a uno de los arrecifes más grandes del mundo que se encuentra precisamente ubicado frente al hotel, además de estampados en tonalidades azules y piezas únicas de cerámica, madera e hilo de algodón para una experiencia gastronómica más relajada.
project Info:
título del proyecto: Chablé Maroma
arquitectura: Arq. Javier Fernández
diseño de Interiores: D.I. Paulina Morán
ubicación: Riviera maya
fotografía: Edgardo Contreras (cortesía Chablé Maroma)