Una biblioteca en un campo de crisantemos

Una nueva biblioteca diseñada por Atelier Xi toma forma entre un vasto campo de crisantemos cubiertos de hielo en la base de la montaña Yuntai, en la provincia china de Henan. La biblioteca está diseñada como un conjunto de volúmenes geométricos que se asemejan a fragmentos facetados de roca. Encargado con la tarea de crear un espacio comunitario multifuncional, el estudio de arquitectura ha dispersado la serie de pequeños edificios individuales, asignando a cada uno una función única.

imágenes © Zhang Chao

atelier xi reparte sus funciones en cinco edificios

La biblioteca tiene una humilde presencia entre el campo de crisantemos, ya que Atelier Xi distribuye los cinco edificios para fundirse con el paisaje. Estas unidades interconectadas pero que funcionan individualmente ofrecen programas únicos, como degustación de té de crisantemo helado, lectura de libros, actuaciones musicales, talleres de educación agrícola y almacenamiento de herramientas agrícolas. La arquitectura resultante se asemeja a un pueblo en miniatura, que fomenta el sentido de comunidad al tiempo que preserva el delicado equilibrio con el entorno natural. la biblioteca y centro comunitario ocupa un vasto campo de flores de crisantemo en la provincia china de Henan

un edificio como pueblo rural

Inspirándose en la silueta de las casas de los pueblos locales, Atelier Xi da forma a cada unidad de su biblioteca de crisantemos con un tejado inclinado que recuerda la arquitectura tradicional de toda la región. Los techos ascendentes, orientados en distintas direcciones, no sólo capturan encantadoras vistas del campo de flores, sino que también crean un paisaje dinámico y visualmente atractivo. La composición arquitectónica sirve de fondo a las vibrantes flores de crisantemo, complementando el entorno y ofreciendo una experiencia visual única. Las cinco unidades están orientadas en distintas direcciones, una orientación deliberada que capta la cambiante interacción de la luz a lo largo del día.

Atelier Xi divide las funciones en cinco volúmenes cúbicos para asemejarse a un pequeño pueblo

El exterior del edificio, acabado con pintura de estuco blanco, presenta un volumen minimalista y escultural que puntúa los coloridos campos de flores. Internamente, una serie de espacios de madera curvados e interconectados definen el interior y confieren una atmósfera cálida y acogedora. Estas paredes suavemente curvadas, envueltas en madera de origen local, resuenan con las cualidades orgánicas de los crisantemos para tender un puente entre la naturaleza y el espacio construido. La tensión entre los interiores curvos de los edificios y sus exteriores angulosos y blancos contribuye a una calidad distintiva que evoluciona del día a la noche. A la luz del día, los muros blancos de los hastiales evocan un pueblo del norte. Al caer la noche, la silueta se disuelve en la oscuridad, acentuando el suave espacio interior y creando un ambiente onírico que invita a la exploración y la introspección.

la arquitectura se orienta en distintas direcciones para captar los cambios de luz y de estación la pintura de estuco blanco del exterior crea una presencia minimalista entre las vibrantes flores