Un proyecto que nace de la iniciativa por parte de la Administração dos Portos do Douro e Leixões, da vida al que se convierte en la nueva terminal de cruceros para la ciudad de Oporto, Portugal, un espacio donde la arquitectura abraza la naturaleza brava del océano.

Situado en el embarcadero del sur en Matosinhos, a tan solo 10 km de la ciudad de Oporto,  la edificación diseñada por el arquitecto portugués  Luís Pedro Silva, no solo se convierte en un proyecto que mejorar la eficiencia comercial, sino que además  crea una mejor integración urbana.

En el interior de la edificación podemos encontrar la propia terminal de cruceros con sus correspondientes oficinas de atención al público y gestión, así como los espacios de espera, instalaciones para la marina, un Parque Científico y Tecnológico del Mar de la Universidad de Porto, diferentes salas de eventos, e incluso un restaurante. A este edificio se le suma unos  espacios exteriores creados para el disfrute de los visitantes, una piscina reflectante en el centro del edificio principal y una calle que conecta a la ciudad, además de edificaciones anexas donde se concentran los trabajos de atraque y mantenimiento de las embarcaciones.

El proyecto, elaborado por el equipo de Luís Pedro Silva se desarrolló durante varios años, en diferentes etapas durante las cuales se tomo en suma consideración la economía y durabilidad y rendimiento de las instalaciones.

El diseño del arquitecto se inspira en la interacción entre la tierra y el océano, unas volumetrías con creativos matices  se relacionan perfectamente con la luz y la atmósfera del lugar. Las líneas curvas y las texturas elegidas en sus muros sobre blanco consiguen movimiento e invitan al tacto. Un proyecto singular que invita a ser admirado y disfrutado con los cinco sentidos.

Fotografía, Fernando Guerra  FG+SG

© Luís Pedro Silva Arquitecto