Cuando se aplica la prevención, la energía térmica y eléctrica se reduce a niveles seguros, tanto en situaciones de funcionamiento normales como en caso de fallo. Las cámaras de videovigilancia utilizan también este principio. Si se utiliza la segregación, los componentes eléctricos o las superficies calientes se separan físicamente de la atmósfera explosiva. La segregación puede aplicarse de diferentes formas, por ejemplo, mediante presurización o encapsulación.
Optimización de la seguridad y la eficiencia operativa
Las cámaras a prueba de explosiones permiten asignar una o varias tareas operativas o de seguridad a cámaras específicas. Una misma cámara que supervisa el bienestar general de una fábrica puede a la vez respaldar los protocolos de seguridad y protección que ya se implementan. Estas capacidades diversas pueden hacer que sea posible instalar menos cámaras y garantizar que la inversión sea rentable.
Por su naturaleza, las áreas peligrosas son aquellas en las que el personal debe pasar el menor tiempo posible, si es que pasa algo. Las imágenes de alta calidad de las cámaras de vigilancia permiten el monitoreo y la verificación visual remotos con detalles forenses, lo que permite a los operadores evaluar exactamente cuándo se requiere la intervención del personal. Esto trae beneficios inmediatos en salud y seguridad.
De acuerdo al especialista de Axis Communications, con el uso cada vez mayor del aprendizaje profundo, las cámaras ahora pueden detectar patrones, tendencias y anomalías que brindan beneficios adicionales en salud, seguridad y eficiencia operativa. “Los análisis pueden detectar si las personas que trabajan en áreas peligrosas usan la ropa de protección adecuada, mientras que los análisis de humo y fuego respaldan la posibilidad de detectar incendios en una etapa temprana”, comenta.
La combinación de los datos de las cámaras, tanto visuales como metadatos, junto con la de otros sensores, se puede cotejar y analizar, lo que permitirá obtener conocimientos que darán como resultado eficiencias operativas, mejoras en la seguridad y mantenimiento predictivo.
“Las interrupciones de la producción y el tiempo de inactividad de un centro de trabajo son costosas, sea cual sea la causa. Al integrar cámaras a prueba de explosiones en la arquitectura de su sistema de control, estará añadiendo un nivel adicional de transparencia que le ayudará a entender mejor lo que sucede en sus operaciones. Puesto que amplían y mejoran la recopilación de datos, las tecnologías ayudan a prever las tareas de mantenimiento y avisar cuando se detecten anomalías y otras interrupciones. De esta forma, se puede optimizar el rendimiento operativo y lograr el máximo tiempo de actividad de los equipos y procesos esenciales”, señala Francisco Rodríguez.
A medida que las capacidades más allá del video de las cámaras a prueba de explosiones continúen creciendo, los beneficios de su ubicación dentro de las infraestructuras críticas continuarán multiplicándose. Estos brindarán grandes oportunidades de seguridad, al mismo tiempo que crearán eficiencias en las operaciones que pueden representar un atractivo retorno de la inversión, por lo que hoy es indispensable mirar las posibilidades reales de estas soluciones para aplicarlas, de esta forma, se estará procurando la seguridad personal, el medio ambiente y el rendimiento de los negocios.
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