Transformable workplace, Beijing, Crossboundaries

Para Crossboundaries un lugar de trabajo ideal es aquel que puede fluctuar ya adaptarse con la rapidez que requiere la dinámica de vida actual, donde los espacios y el equipamiento pueden cambiar rápidamente en tamaño y ubicación logrando una sinergia positiva y funcional.

Crossboundaries, escenarios cambiantes para una vida laboral post-COVID

¿Qué tipo de sinergias pueden descubrirse en una nueva ecología que equilibre las dimensiones medioambiental, social y cultural?

La respuesta debería ser un entorno de vida que transforme activamente el modo de oficina. A finales de 2020, las dos tipologías más significativas para el uso cotidiano como sociedad fueron sacudidas bruscamente por COVID-19. El hogar, como lugar de vida, y la oficina, como lugar de trabajo, se replanteaban.

Teniendo todo esto en cuenta, Crossboundaries empezó a soñar con una tipología futura que pudiera fluctuar y adaptarse a una variedad de escenarios que cambiaban rápidamente. Si bien algunos factores de diseño estaban abiertos a reconsideración -tamaño, ambiente, ocupación y estrategias de comunicación-, el espacio de trabajo permanece intencionadamente inalterado en el mismo barrio que la anterior oficina de la empresa.

Situada en la última planta de un centro educativo de cinco plantas que ya había sufrido varias renovaciones, la oficina era una estructura de acero añadida bastante nueva, adosada al esqueleto de hormigón del edificio. Esto proporcionaba una vista de casi 360 grados y una exposición al Norte, Sur y Este que aseguraba la luz solar durante todo el día. Los usuarios no fueron el único agente a tener en cuenta: los ciclos y ritmos del edificio, su entorno urbano, e incluso el mobiliario y la logística con los que debe operar el estudio de arquitectura fueron factores con los que hubo que trabajar.

Ante la difícil prohibición de soldar, colgar o fijar nuevos elementos a la estructura del tejado y los muros exteriores existentes, el diseño resulta muy eficaz para satisfacer las necesidades de la empresa Crossboundaries, al tiempo que articula el espacio de aproximadamente 300 m2 con muy pocos elementos, apostando así por una intervención mínima.

Para maximizar la organización, un área funcional ofrece salas de reuniones separadas, una cocina para el personal, almacenes y zonas de descanso que se incluyen en un antiguo entresuelo reutilizado. Estas salas están separadas físicamente con una pared semitransparente de doble capa hecha de paneles ondulados de policarbonato. La única pared sólida continua sin ventanas alberga una amplia estantería que incluye la biblioteca de materiales y referencias, junto con una selección de maquetas y un expositor del Premio Crossboundaries.

El espacio principal es fluido y continuo, conformado por una estructura de cortina ligera que funciona como una isla y conecta la zona de puestos de trabajo invariables con un espacio central multifuncional. Este último es una zona de ocio enfocada a ofrecer distintos escenarios más allá de la jornada laboral habitual: el mobiliario suelto puede reorganizarse y separarse acústicamente para satisfacer las distintas necesidades del espacio a lo largo del tiempo. El diseño de la moqueta sigue el riel de la cortina para reforzar aún más este concepto de zonificación, incitando a los usuarios a explorar la flexibilidad del espacio. Más de cinco actividades y reuniones -formales e informales- pueden tener lugar simultáneamente, con una atmósfera específica para cada proceso de comunicación.

Este espacio multifuncional se apoya en una paleta de colores heredada de la oficina anterior, que ya fue adoptada como identidad corporativa de Crossboundaries: una combinación de elementos y texturas grises y amarillos aportan concentración y estímulo al equipo. No podían faltar unas islas interiores de vegetación, que ahora contribuyen a la distribución con una infusión de color, al tiempo que integran elementos naturales en la oficina. Las plantas se asientan sobre plataformas móviles, comportándose como atractores alrededor de la oficina, cada vez en una posición distinta.

Si bien la pandemia ha traído consigo transformaciones radicales en el propio negocio, Crossboundaries cree que el diseño de los espacios de oficina también tiene que someterse a un enfoque de futuro. Esta plataforma de trabajo se ha fusionado con un sentido de domesticidad, donde lo existente se revitaliza y se incorpora reutilizando cada pieza de mobiliario y arte que antes formaba parte del antiguo lugar de trabajo: mesas, sillas, cortinas, lámparas, estanterías. Una vez que la vida social vuelva a la normalidad, Crossboundaries estará listo para compartir su espacio y reunir a la gente.

Crossboundaries

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